Bestia acorralada
Escrito por DIARIO VEA
Nada hay más peligroso que una bestia acorralada. Éste es el cuadro que puede presentarse en el curso del período que nos separa de las elecciones de septiembre.
La bestia nunca ha descartado el plan dirigido a repetir el 11 de abril y arrojar sobre la joven República Bolivariana todo el peso de sus garras asesinas.
Las ilusiones sobre una derrota electoral del chavismo crearon el espejismo de que Chávez podría ser despojado de la Presidencia de la República mediante una maniobra de la "nueva mayoría parlamentaria", bajo control de la contrarrevolución, a partir de una victoria de la oposición en septiembre.
Sin embargo la realidad nacional impone sus escenarios. Las famélicas primarias de los escuálidos dijeron una verdad bien conocida, aunque la campaña mediática pretenda desvirtuarlas. Las clases populares no caen en los lazos tendidos por la contrarrevolución. Se mantiene firme al lado del comandante Chávez, inquebrantablemente leal al proceso revolucionario, pese a fallas y errores inevitables en una revolución joven que se abre paso por caminos inexplorados del tránsito al socialismo en el marco de las peculiaridades venezolanas.
El pueblo venezolano y su vanguardia, el movimiento revolucionario, deben estar preparados para derrotar cualquier agresión de la bestia, antes, en o después de las elecciones del 26 de septiembre. No tendría nada de extraño que volvieran esta vez a repetir la acusación de "fraude" a fin de encubrir su fracaso y dar banderas a los atentados contra el orden democrático.
No hay solución ante una bestia desesperada que mantener alerta y en guardia al gobierno, al PSUV y al movimiento revolucionario; defender la unidad en torno a Chávez, denunciar a los infiltrados a fin de impedir el daño que puedan ocasionar y fortalecer la disciplina y los valores morales.
La escuálida concurrencia a las primarias de la oposición ha roto en mil pedazos las ilusiones de los Julio Borges, Ramos Allup y sus tutores imperiales. La desesperación podría llevarlos de la mano a la aventura. Alerta, vigilancia y disciplina es la consigna hoy del movimiento revolucionario.
Escrito por DIARIO VEA
Nada hay más peligroso que una bestia acorralada. Éste es el cuadro que puede presentarse en el curso del período que nos separa de las elecciones de septiembre.
La bestia nunca ha descartado el plan dirigido a repetir el 11 de abril y arrojar sobre la joven República Bolivariana todo el peso de sus garras asesinas.
Las ilusiones sobre una derrota electoral del chavismo crearon el espejismo de que Chávez podría ser despojado de la Presidencia de la República mediante una maniobra de la "nueva mayoría parlamentaria", bajo control de la contrarrevolución, a partir de una victoria de la oposición en septiembre.
Sin embargo la realidad nacional impone sus escenarios. Las famélicas primarias de los escuálidos dijeron una verdad bien conocida, aunque la campaña mediática pretenda desvirtuarlas. Las clases populares no caen en los lazos tendidos por la contrarrevolución. Se mantiene firme al lado del comandante Chávez, inquebrantablemente leal al proceso revolucionario, pese a fallas y errores inevitables en una revolución joven que se abre paso por caminos inexplorados del tránsito al socialismo en el marco de las peculiaridades venezolanas.
El pueblo venezolano y su vanguardia, el movimiento revolucionario, deben estar preparados para derrotar cualquier agresión de la bestia, antes, en o después de las elecciones del 26 de septiembre. No tendría nada de extraño que volvieran esta vez a repetir la acusación de "fraude" a fin de encubrir su fracaso y dar banderas a los atentados contra el orden democrático.
No hay solución ante una bestia desesperada que mantener alerta y en guardia al gobierno, al PSUV y al movimiento revolucionario; defender la unidad en torno a Chávez, denunciar a los infiltrados a fin de impedir el daño que puedan ocasionar y fortalecer la disciplina y los valores morales.
La escuálida concurrencia a las primarias de la oposición ha roto en mil pedazos las ilusiones de los Julio Borges, Ramos Allup y sus tutores imperiales. La desesperación podría llevarlos de la mano a la aventura. Alerta, vigilancia y disciplina es la consigna hoy del movimiento revolucionario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario